La sudoración es un proceso natural que ayuda al cuerpo a regular su temperatura y eliminar las toxinas. Sin embargo, algunas personas sufren de sudoración excesiva o hiperhidrosis, que puede afectar su calidad de vida y su autoestima. ¿Qué papel juega la alimentación en la sudoración? ¿Existen alimentos que pueden ayudar a reducir el sudor o que lo pueden empeorar? En este artículo te lo contamos.
¿Qué es la hiperhidrosis?
La hiperhidrosis es una condición que se caracteriza por una producción anormal de sudor que no está relacionada con el calor, el ejercicio o el estrés. Según la Clínica Mayo, existen dos tipos de hiperhidrosis:
- La hiperhidrosis primaria: se produce cuando las glándulas sudoríparas ecrinas se vuelven hiperactivas por una señal nerviosa defectuosa. Suele afectar las palmas de las manos, las plantas de los pies, las axilas y a veces el rostro. No tiene una causa médica conocida y puede ser hereditaria.
- La hiperhidrosis secundaria: se produce por una enfermedad subyacente o al tomar ciertos medicamentos. Este tipo de hiperhidrosis puede causar sudoración en todo el cuerpo o en áreas específicas.
La hiperhidrosis puede causar molestias físicas y psicológicas, como irritación de la piel, mal olor corporal, infecciones bacterianas o fúngicas, ansiedad social y vergüenza.
¿Qué alimentos influyen en la sudoración?
La alimentación puede tener un impacto en la cantidad y el olor del sudor. Se ha identificado que ciertos alimentos pueden estimular la secreción de sudor porque aumentan la temperatura corporal o activan los receptores del calor en la boca o en el estómago. Entre estos alimentos se encuentran:
- La comida picante: los chiles y otras especias contienen capsaicina, una sustancia que engaña al cerebro haciéndole creer que hay un aumento de calor y provocando una respuesta de enfriamiento mediante el sudor.
- Los excitantes: el café, el té, el chocolate y otras bebidas o alimentos con cafeína o teína pueden estimular el sistema nervioso simpático, que es el responsable de activar las glándulas sudoríparas. Además, estos productos elevan la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que también genera calor corporal.
- El alcohol: el consumo de alcohol dilata los vasos sanguíneos y aumenta el flujo sanguíneo hacia la superficie de la piel, lo que produce una sensación de calor y hace que se sude más. Asimismo, el alcohol dificulta la regulación térmica del organismo y altera el equilibrio hidroelectrolítico.
Por otro lado, existen algunos alimentos que pueden ayudar a reducir la sudoración o a mejorar el olor del sudor. Estos son algunos ejemplos:
- Los alimentos ricos en agua: frutas como la sandía, el melón o las uvas; verduras como el pepino, el tomate o la lechuga; infusiones como la manzanilla o la menta; ayudan a hidratar al organismo y a mantenerlo fresco sin necesidad de recurrir al mecanismo del sudor.
- Los alimentos ricos en fibra: cereales integrales como la avena, el arroz integral o el pan integral; legumbres como los garbanzos